¿Los yogures y los yogures probióticos son lo mismo? Esta es una duda muy común, que genera una gran confusión a la hora de elegir por qué yogur optar. Te explicamos qué tiene que tener un yogur para ser considerado probiótico.
¿Qué son los probióticos?
Pero antes que nada, empecemos por el principio: ¿qué es un probiótico?
Los probióticos son microorganismos vivos que, cuando se toman en cantidades adecuadas, confieren beneficios para la salud, según la OMS (Organización Mundial de la Salud).
El concepto de probiótico está regulado y no se le puede llamar probiótico a cualquier bacteria. Para que un producto sea un probiótico de verdad, tiene que cumplir con los siguientes requisitos:
📄 Debe identificarse en cuanto a género, especie y cepa bacteriana
🦠 Tiene que tener un mecanismo de acción caracterizado y estudiado
👍 Debe presentar propiedades probióticas específicas de la cepa
🔬 Ha de contar con al menos un ensayo clínico controlado en humanos
⚠️ Se debe demostrar la falta de preocupaciones de seguridad
🥛 Tiene que encontrarse en el producto en las mismas cantidades en las que ha sido estudiado
¡Ya te avanzamos que los probióticos de Yogumel lo cumplen todo!
Ten en cuenta que no todas las bacterias buenas son probióticos. Deben estar avaladas por la ciencia y presentar estudios clínicos que aseguren beneficios específicos.
¿Todos los yogures son probióticos?
Tanto el yogur como el yogur probiótico cuentan con fermentos lácticos vivos, que permiten fermentar la leche para hacer yogur rico, de calidad y saludable. Pero que sea un alimento saludable o fermentado no significa automáticamente que sea un probiótico.
Para que un yogur sea realmente probiótico debe llevar como ingredientes esenciales probióticos con cepas patentadas y clínicamente testadas que aporten beneficios concretos a tu salud. Estas cepas probióticas son distintas a los fermentos lácticos que se encuentran en todos los yogures.
Así pues, no todos los yogures pueden considerarse probióticos.
¿Y por qué tradicionalmente se le ha llamado probiótico al yogur?
Tradicionalmente, a los productos fermentados, como el yogur, la kombucha o el chucrut, se les ha atribuido unos beneficios para la salud y, por ello, se les llama productos probióticos.
Si bien estos alimentos contienen cepas bacterianas caracterizadas, no se sabe con exactitud la cantidad o el beneficio concreto que proporcionan. Son alimentos con efectos beneficiosos generales debido a su capacidad fermentativa.
De aquí que venga la confusión con los yogure probióticos.

¿Qué dice la OMS y la legislación sobre los probióticos?
La definición de probiótico se encuentra regulada desde hace tiempo por las pautas de la OMS (Organización Mundial de la Salud) y la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación). Lamentablemente, pero, aún no hay un criterio uniforme, por parte de los Estados miembros de la Unión Europea, en cuanto a la regulación del término “probiótico/s” en la etiqueta de los productos alimenticios.
Por este motivo, creemos que es esencial la educación al consumidor y la transparencia del etiquetado nutricional.
¿Cómo identificar los yogures probióticos de verdad?
Cuando estés en el súper te recomendamos echar un vistazo a las etiquetas, donde podrás comprobar qué productos lácticos llevan probióticos y cuáles no.
Si lleva realmente probióticos estudiados clínicamente, estos estarán probablemente debidamente identificados en el etiquetado. Esto implica especificar en los ingredientes el género, la especie y la cepa bacteriana del probiótico.
Recuerda que los probióticos son específicos para condiciones específicas y deben ser propiamente caracterizados en el etiquetaje de los yogures probióticos.
Los yogures probióticos de Yogumel
En el caso de Yogumel, por ejemplo, encontrarás dos productos que llevan probióticos: Yogumel Digestión y Yogumel Defensas. En su lista de ingredientes podrás ver las cepas patentadas de los probióticos que contienen:
- En Yogumel Defensas, L. plantarum DR7, una cepa probiótica con gran potencial para la salud inmune.
- En Yogumel Digestión, P. acidilactici KABP™ 021, L. plantarum KABP™ 022, L. plantarum KABP™ 023, con un triple mecanismo de acción para promover la salud digestiva.
Si la etiqueta de un yogur (o cualquier otro alimento supuestamente “probiótico”) no lleva estos números, significa que seguramente no hay estudios que respalden científicamente el beneficio del producto para tu salud y, por lo tanto, no se les podría llamar yogur probiótico.
¡Ahora ya sabrás diferenciar los yogures probióticos de los que no lo son! 🙂

¿Cuánto tiempo duran los efectos de los probióticos?
Hay la falsa creencia de que con tomar probióticos de forma puntual ya es suficiente para mejorar tu microbiota y lograr los beneficios estudiados. Los efectos de los probióticos los notarás en tu cuerpo si los tomas por un tiempo prolongado y con regularidad.
Los probióticos no modifican la microbiota intestinal de forma permanente. Es necesario tomar productos con probióticos regularmente para mejorar tu microbiota y poder notar los beneficios.
La manera más fácil de incorporar probióticos es añadiendo un yogur diario enriquecido con probióticos a tu dieta. Puedes ir combinando: un día te puedes tomar un yogur como desayuno, otro día lo incorporas como salsa en la comida, otro día te preparas un helado de yogur como snack… ¡Las opciones son infinitas! Puedes ver ideas de recetas con yogur en nuestro blog. Este pequeño cambio en tus hábitos alimentarios hará que te sientas mucho mejor.