No subestimes el estrés. A veces pensamos que es algo que viene y va, pero no sabemos ver que realmente está afectando a nuestra salud. En este artículo te explicamos qué relación hay entre el estrés crónico y la microbiota. ¡Y te damos algunos tips para reducir el estrés y sentirte mejor!
¿Qué es el estrés crónico?
El estrés crónico describe la respuesta del organismo a tensiones físicas, mentales y emocionales prolongadas o repetidas en el tiempo.
Puede desencadenarse por muchos factores: externos (problemas en el trabajo, las relaciones personales o la vida familiar) o internos (propios del organismo).
Afecta al cuerpo de muchas maneras, incluyendo cambios en las hormonas, el metabolismo, la inmunidad e incluso el funcionamiento de nuestro sistema gastrointestinal.
En particular, se ha demostrado que hay una relación entre el estrés crónico y la composición de nuestra microbiota.
¿Qué es la microbiota?
La microbiota es una comunidad de microorganismos que coloniza nuestro cuerpo . Incluye bacterias, hongos, arqueas y virus. Puede encontrarse en muchas partes del cuerpo, como la piel, los pulmones, el intestino y el tracto genitourinario.
Y exactamente, ¿cuál es su función?
La microbiota tiene importantes funciones fisiológicas no sólo en la función digestiva, sino también más allá del intestino, afectando por ejemplo al metabolismo de los lípidos, la cognición y las infecciones en órganos distales.¡Estas son solo algunas de sus funciones, pero tiene muchas más!
¿Cómo afecta el estrés crónico a la microbiota?
¿Realmente hay una relación entre el estrés crónico y la microbiota? La respuesta es clara: ¡sí, la hay!
Cuando padecemos estrés crónico estamos produciendo un desequilibrio en la microbiota. Esto podría provocar inflamación, problemas digestivos o muchos otros problemas de salud.
El estrés desencadena una cascada de cambios hormonales y metabólicos en todo nuestro organismo, que puede alterar la composición de nuestra microbiota.
A su vez, ese desequilibrio en la microbiota afecta a múltiples procesos fisiológicos, la regulación del sistema inmunitario y la salud mental.
Las personas con mayores niveles de estrés tienden a tener microbiomas menos diversos, así como un desequilibrio en ciertas especies de bacterias.
Por lo tanto, controlar los niveles de estrés puede ser clave para mantener un equilibrio saludable de las especies microbianas en el intestino, lo que puede contribuir al bienestar físico y mental general.
El eje intestino-cerebro
Quizás recientemente hayas oído sobre el eje intestino-cerebro. Pero, ¿qué es exactamente? ¿Qué tiene que ver con la relación entre el estrés crónico y la microbiota?
El eje intestino-cerebro describe exactamente la relación entre el estrés crónico y la microbiota: vemos que cuando hay un desequilibrio en nuestro intestino, nuestro cerebro se ve afectado.
Es una relación bidireccional entre ambos: ¡el intestino y el cerebro están estrechamente relacionados!
Cómo afecta realmente a mi vida la relación entre el estrés crónico y la microbiota
A veces nos perdemos en términos complejos que no relacionamos directamente con nuestra día a día: cambios hormonales, microbioma, inflamaciones, desajustes...
¿Pero qué implica exactamente la relación entre el estrés crónico y la microbiota? ¿Cómo puede afectar tu día a día?
Microbiota y salud mental
Estos son algunos de los síntomas o patologías que se pueden desarrollar por un desequilibrio de la microbiota provocado por el estrés crónico:
- Depresión
- Ansiedad
- Trastornos del estado de ánimo
Los estudios sugieren que modular la composición de la microbiota intestinal puede ayudar a aliviar algunos de estos síntomas. Los probióticos, los prebióticos o los cambios en la dieta son solo algunos de los métodos que te ayudarán a restablecer el equilibrio de la microbiota y a mejorar la salud mental en general.
Microbiota y salud física
Estos son algunos de los síntomas o patologías físicas que se pueden desarrollar por un desequilibrio de la microbiota provocado por el estrés crónico:
- Fatiga
- Alergias
- Síndrome del intestino irritable
- Obesidad
Los cambios en la microbiota pueden mejorar la salud física al reducir la inflamación, combatir los patógenos, mejorar la absorción de nutrientes, regular el metabolismo y las hormonas, y mucho más.
¿Qué se puede hacer para proteger la microbiota intestinal del estrés crónico?
La relación entre el estrés crónico y la microbiota no es algo que se deba dejar al azar. Hay mucho que puedes hacer en tu día a día para reducir los niveles de estrés y contribuir a un buen estado de salud.
Seguir una dieta sana y equilibrada
- Evita los ultraprocesados siempre que puedas. Desplázalos de tu dieta diaria y consúmelos solo de manera ocasional, no habitual.
- Incorpora verduras a tu dieta siempre que puedas. ¡Hay muchísimas recetas deliciosas, incluso para los que creen que las verduras son aburridas!
- Procura tener una dieta variada (legumbres, cereales, fruta, verduras, pescado, grasas saludables…) para asegurarse de que incorporas la mayor variedad de nutrientes a tu organismo.

Ejercicio regular y prácticas de atención plena
- Haz deporte. ¡Muévete siempre que puedas! Busca alguno que realmente te apasione o con el que tengas algún aliciente. Así te asegurarás de practicarlo de manera regular. Practicando deporte liberarás endorfinas y serotonina, esenciales para una sensación de bienestar.
- Haz prácticas de atención plena: la meditación te ayudará a reducir el estrés y a sentirte mejor contigo.

Tomar probióticos y prebióticos para favorecer la diversidad microbiana del intestino
Incorporar probióticos, como los que encontrarás en Yogumel Digestión, favorecerá muy positivamente a tu flora intestinal. ¡Tu microbiota te lo agradecerá!

Ahora que ya sabes más sobre la relación entre el estrés crónico y la microbiota, es momento de pasar a la acción e intentar buscar maneras de reducir el estrés en tu vida y aumentar la diversidad microbiana en tu microbiota intestinal. ¡Tu salud te lo agradecerá!
Fuentes:
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